Hoy, escasean jóvenes con criterio propio, con personalidad, jóvenes que miren la vida desde un punto crítico, que no se dejen influenciar por las opiniones del ambiente, por la moda o los hobbies del momento. Nos faltan personas admirables, que intervengan con convicciones serias y de fondo, y no por el viento que sopla en cada instante. Nos hacen falta, jóvenes que comprendan, atiendan y/o que sigan propuestas basadas en el amor, propuestas que busquen la superación de cada persona, propuestas como la que se nos plantea en la Pedagogía de San Juan Bosco,  él es un paradigma auténtico; el estilo de vida que nos plantea no se puede vislumbrar por completo hasta que no lo experimentemos, hasta que no gocemos de éste estilo en una experiencia personal; en éste sentido se necesita que los jóvenes empiecen a tomar decisiones y no actúen con la monotonía que el sistema hoy nos impone, y aunque a veces es algo tedioso y arduo, debemos pensar que todo depende de un si o de un no, de un si estoy dispuesto, de un si, asumo el reto.